Que sean niños...los niños...
Que sean niños los niños.
Que sean niños, y no clientes de
las compañías de celulares, o vendedores de
rosas en los bares, o estrellas descartables de
la televisión.
Niños, no limpiavidrios en los
semáforos, o botín de padres enfrentados o
repartidores de estampitas en los subtes.
Que no sean niños soldados, los niños. Que sean niños los niños, simplemente. Que no sean foto de un portal pornográfico. Que no sean los habitantes de un reformatorio.
Que no sean niños soldados, los niños. Que sean niños los niños, simplemente. Que no sean foto de un portal pornográfico. Que no sean los habitantes de un reformatorio.
Que no sean costureros en
talleres ilegales de ningún lugar del
mundo.
Que sean niños los niños, y no un
target.
Que no sean los que pagan las
culpas. Los que reciben los golpes. Los
bombardeados por publicidad.
Que sean niños los niños. Todo lo aniñados que quieran. Todo lo infantiles que quieran.
Todo lo ingenuos
que quieran. Que hagan libremente sus niñerías.
Que se dediquen a ser niños y no
a otra cosa.
Que no sean los que no juegan,
los acosados por las preocupaciones, los
tapados de actividades.
Que sean niños los niños y se los deje preguntar sin levantar la mano, formar filas torcidas, llevar alguna vez la Bandera no por ser mejor alumno, sino por ser buen compañero.
Que sean niños los niños y se los deje preguntar sin levantar la mano, formar filas torcidas, llevar alguna vez la Bandera no por ser mejor alumno, sino por ser buen compañero.
Que sean niños los niños y no los
incentivados con desmesura a consumir todo lo
que saca el mercado.
Que sean niños, y no los que
aspiran pegamento en una esquina o fuman paco
en la otra, tan de nadie, tan
desprotegidos.
Niños, no nombres que tienen que
rogar por recibir el apellido paterno o la
cuota de alimentos.
Que sean niños los niños.
Que sean niños los niños.
Y que los niños sean lo
intocable, que sea la gran coincidencia en
cualquier discusión ideológica; que por ellos
se desvelen los economistas de todas las corrientes,
los dirigentes de todos los partidos, los
periodistas de todos los medios, los vecinos de todas
las cuadras, los asistentes sociales de todas las
municipalidades, los maestros de todas las escuelas.
Que sean niños los niños, y no el juguete de los abusadores.
Que sean niños los niños, y no el juguete de los abusadores.
Que sean niños, no "el
repetidor" o "el conflictivo" o
"el que nunca trae los deberes".
Niños, y no los que empujan el
carro con cartones.
Que sean niños los niños,
simplemente.
Que ejerzan en paz el oficio de
recién llegados.
Que se los llame a trabajar con
la imaginación o con lápices de colores.
Que se los deje ser niños, todo
lo niños que quieran.
Y que los niños sean lo importante, que por ellos lleguen a un acuerdo los que nunca se ponen de acuerdo; que por ellos se dirijan la palabra los que no se hablan, que por ellos hagan algo los que nunca hicieron nada.
Que sean niños los niños y que no
dejen de joder con la pelota.
Que sean niños en su día. Que lo
sean todos los días del año. Que sean felices
los niños, por ser niños.
Inocentes de todo lo heredado.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Hola! Gracias por comunicarte y participar con tu comentario. Lo leeré y estaré colgándolo en el blog a la brevedad. Laura Toro.