19/4/12

Ser docentes por amor a los niños...

 

¿Qué puede aportar la educación política?

H. Arendt sostiene que "amar el mundo es para ella salvarlo de la inercia conservadora mediante el ingreso de lo nuevo, amar a los niños es abrirles las puertas de nuestro mundo para que ellos puedan obtener los materiales para su propia construcción".

Sólo se puede sostener la tarea de reenseñar con la convicción de que vale la pena conocer el mundo y que cada niño es merecedor de ese legado.

El amor político se traduce en dos convicciones claves: derecho a la educabilidad: confiar en las posibilidades de aprendizaje de cada alumno. Derecho de educatividad: implica que el maestro enseñe lo valioso para sí y para los demás. La responsabilidad es ofrecer al máximo sin esperar eficiencia en los resultados.

Incorporar en las prácticas educativas tres virtudes básicas de la ciudadanía:
CRITICIDAD: abrir la mirada.
CREATIVIDAD: buscar articulaciones nuevas, replantear las preguntas.
COMPROMISO: involucrarse, actuar en consonancia con lo que pensamos y deseamos individual y colectivamente.

Una educación emancipadora no teme al conflicto sino a su ausencia. Deseos y luchas caracterizan toda acción política.






1 comentarios:

  • marite dijo...

    Que linda la elección del texto !maravilloso poder transmitir tanta convicción

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    Hola! Gracias por comunicarte y participar con tu comentario. Lo leeré y estaré colgándolo en el blog a la brevedad. Laura Toro.