22/4/11

Pequeños grandes escritores...

El lado bueno de la vida


de Melu Gabriela, el Viernes, 15 de abril de 2011 a las 20:42

Había una vez... dos niños Juan y Pablo, que vivían con su madre. Su padre había tenido un accidente hace tres años.


Un día la madre y los niños fueron a visitar a su abuela ya que estaba enferma. Tenía un problema con la respiración, el médico le dijo que no podía estar en pie que tendría que guardar  reposo. Como Julia (la madre de los niños) tendría que cuidarla tuvo que contratar a una niñera. Al día siguiente Julia cuidando a su madre, y los niños con la niñera todo estaba tranquilo hasta que, una tarde pasó lo inesperado, la madre de Julia había fallecido por los problemas respiratorios. Julia lloraba sin cesar, pasaron meses para que esa tristeza se borrara por un tiempo.


Un día en el parque, Julia con los niños y su perro, casi se desmaya, pero por suerte un hombre la ayudo. Cuando llegó a su casa se sentía muy mal, y mando a llamar a un médico. Enseguida llegó, la revisó y le hizo análisis, esperaron un tiempo y luego le dijeron que tenía un problema de  respiración, pero también habían encontrado algo más... que era genético. Al saber eso, Julia se desesperó, al pensar que a su madre le había sucedido lo mismo, pensó que le iba a agarran un ataque de respiración. Luego le preguntó al médico si era muy serio, y respondió diciendo que no era para mucho escándalo que sólo era diminuto el problema, pero se podían volver mayor si no se cuidaba. Julia se despreocupó un poco a la respuesta del médico pero tendría que cuidarse muy bien, porque en cualquier situación podría peligrar su vida.


Una noche mientras dormía con sus dos hijos, Julia escucho ruidos en la cocina, de ollas, latas y demás cosas. Pues salió de su cama para investigar que era ese ruido, antes de irse les dio un beso a cada uno y los arropó muy bien. Se acercó a espiar a la cocina, dio un paso y vio a dos ladrones intentando sacar todo de allí. En ese momento su perro ladraba, y se dieron cuenta de ella estaba allí espiándolos, y por un susto, en un instante casi se queda sin respiración, pero como ellos se dirigían a su habitación donde se encontraban los niños, gritó con todas sus fuerzas, y tan solo por eso se quedó sin respiración por unos instantes. Los vecinos al escuchar gritos, llamaron a la policía, llegaron rápidamente y al llegar encontraron a Julia tirada en el suelo, ya era demasiado tarde, los ladrones habían escapado. A los niños no los vieron ya que cuando escucharon el grito, se escaparon.


Pasaron tres años de la desgracia. Los niños se quedaron con su tía, pero al pasar el tiempo ella no pudo llegar con los gastos, se le cortaba la luz, a veces no tenia gas y casi siempre se quedaba sin agua. Pues al correr del tiempo ya no pudo, entonces se le ocurrió una idea para que los niños tengan lo que necesitan. Fue que los ellos fueran con sus otras tías, pero al preguntarles dijeron todas que no. Pues no tuvo otra posibilidad que mandarlos a un orfanato. Investigó todos los orfanatos para que estuvieran en el mejor, al fin encontró uno muy bueno y los puso allí.


La dueña o la que cuidaban a los niños Sandra era muy gentil, trataba a los chicos por lo que son y casi nunca los retaba solamente cuando se portaban mal. La tía de los niños le contó a Sandra todo aquello ocurrido esa noche.


La primera noche que pasaron allí se sentían incómodos ya que no había nadie conocido para ellos, pues esa misma noche se pasaron los dos a la cama de Sandra. La mañana siguiente tomaron el desayuno fueron al a escuela y cuando vinieron se pusieron a jugar. Así fue pasando el tiempo... pero no siempre se iban a quedar allí, algún día los tendrían que adoptar, sólo que Juan y Pablo no quería separarse, que si los adoptan los tendrían que adoptar a los dos juntos.


Un día en el orfanato una pareja de casados quería adoptar a un niño y lo eligió a Juan de tres años y como Pablo no estaba y Sandra no sabia que querían que los adopten a los dos juntos les dijeron a la pareja que si que lo podían adoptar pero luego de hacerle una entrevista. Con la entrevista quedaron maravillados y lo adoptaron. Cuando llegó Pablo de la escuela no encontraba a Juan por ninguna lado hasta que Sandra le dijo que lo habían adoptado. Juan cuando llegó a su casa nueva se puso a llorar y luego lo calmaron, pero a la tarde le pasaba lo mismo se puso a llorar nuevamente y lo volvieron a calmar pero paso una vez más, a la noche y ya no podían hacer nada lloraba toda la noche sin parar, hasta que se calmo y se durmió. Pero cuando despertaría le pasaría lo mismo y no tuvieron mas opción que llevarlo al orfanato nuevamente. Cuando llegaron allí Juan lo busco a Pablo y lo abrazó como nunca lo había abrazado en su vida, y los dos dijeron que nunca querían que los separen, y que si los adoptaban los tendrían que adoptar a los dos. Pues al saber eso, Sandra les pregunto si los querían adoptar a los dos y respondieron que no. Así pasó el tiempo les iban haciendo entrevistas pero nunca había una familia que los quería adoptar a los dos. Fueron pasando meses, años pero no eran adoptados.


Llegó un momento de sus vidas que se hicieron mayores y querían saber sobre su madre, padre y familia. Cuando los chicos les preguntaron sobre aquel tema, Sandra respondió sobre todas sus preguntas, menos una pregunta, la cual fue sobre su madre. Le preguntaron donde se encontraba, pero no les quiso decir que ella había fallecido, por que no los quería ver sufrir, ya que ella se había encariñado mucho con ellos dos. Entonces les mintió, les dijo que de chicos los había dejado en el orfanato. Desde entonces la empezaron a buscar por todos lados, la estuvieron buscando sin descansar desde que se levantaban hasta que se dormían. Sandra vio su esfuerzo al buscarla, pero no descansaban no hacían mas que buscarla. Y tomo una decisión... decirles que su madre había fallecido. Los sentó a los dos, los miro fijamente a los ojos y les contó aquella tragedia. No lo creían, se los volvía a afirmar y pues allí descubrieron que si que era verdadero. Respondieron muy mal acerca de eso, por que en el momento de la tragedia, eran muy pequeños pues por eso respondieron así en ese momento. Pasaron semanas llorando encerrados en su habitación, hasta que decidieron salir. No quisieron hablar sobre ese tema con nadie, pero hubo un momento que Sandra les pregunto si estaban bien y en ese instante se largaron a llorar. Habían pasado tres semanas ya de aquel día, pero no estaban tan preocupados ya por eso, si no, que ya tenían trece y once, y era muy dudable que los adopten. Pero había un problema mucho mayor... el orfanato se estaba quedando sin dinero, ya que como no había muchas adopciones. Sandra y demás personas, no tuvieron más opción que vender el orfanato, y a los niños trasladarlos a otro orfanato. Pues ese mismo día, les comentaron a los niños que los iban a trasladar y nadie estaba contento con aquel comentario. Los niños se trasladaron al día siguiente, les costaron mucho separarse de aquel lugar y de aquellas personas que estuvieron casi toda la vida a su lado. Pero más a Juan y a Pablo que se habían encariñado tanto con Sandra, hasta lloraron en el momento de la despedida, pensaron que no la iban a ver nunca más.


Cuando llegaron al orfanato nuevo, se sentían igual que cuando llegaron al otro. Conocieron personas nuevas y se hicieron mucho amigos. Siguieron casi dos anos mas en ese lugar, hasta que una pareja quiso adoptarlos a los dos. Felices de que ya los habían adoptaron por que casi toda su vida estuvieron sin un padre y una madre y fue muy duro superarlo y estaban felices de que tuvieran una familia, pero estaban muy mal por separarse del orfanato y todos sus amigos. Llegaron a su casa nueva con su familia, y ya estuvieron todo el resto de su vida con esas personas.


Un día ya mayores los dos caminando por la calle yendo a compran, vieron a una persona que les parecía muy conocida, pero a Pablo le dio un sentimiento de querer abrazar a esa persona. Se acercó y la abrazó, le pidió perdón por el abrazo, en ese momento la vio directo a los ojos y los dos descubrieron que era una persona a la querían mucho... Sandra y la abrazaron como nunca, y no se querían separar de ella pero nuevamente se tuvieron que despedir. Pero la iban a visitar casi todos los días y ella iba muy seguido a visitarlos. Pero, si sabían que en  la vida no siempre todo es malo, sólo hay  que hay que descubrir el lado bueno de ella...



MELINA FONSECA. 6°A. Srta. Sandra Ruiz.

FELICITACIONES MELINA...ME GUSTÓ MUCHO!!! Laura Toro.








1 comentarios:

  • marite dijo...

    Melina, hermoso tu cuento! seguro nos vas a seguir deleitando con otras historias.....las esperamos!

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    Hola! Gracias por comunicarte y participar con tu comentario. Lo leeré y estaré colgándolo en el blog a la brevedad. Laura Toro.