20/8/10

Poema enviado por una lectora de nuestro blog.

La casa de la abuela


Poema de Alda Salzarulo



La casa de la abuela


tenía un olor a verde madurado


por el sol andaluz


que se escapó con ella,


enamorado.






Un corredor tan largo


que hasta cuatro rayuelas le cabían


y hasta un tejo


de vuelo almidonado.






El agua


que tan fresca se bebía


la sacaba aquel vástago minero


que bajaba y subía.


Y una urdimbre metálica y distante


marcaba la frontera que, indecisa,


mediaba entre vecinos inmigrantes.






Un gran tazón de leche en la cocina


perdía su calor por mi demora


atenta a lo que abuela me contaba,


esa charla fecunda que yo oía


como el cuento de amor que me faltaba.






Mi abuela era la madre que escuchaba


la madre que me amaba y me entendía


y sin altos estudios recitaba


los poemas que el pueblo conocía


como el canto amarillo de una flauta


que en jaula con alambres se ofrecía.






La abuela fue mi paz, mi regocijo


y cuando fui mamá llevé a su casa


la primera visita de mi hijo


que alivió por minutos su agonía.






Después la ví muchacha entre su gente


gozando con el sol de Andalucía


desmintiendo el pecado de la muerte.


Y la veo aún y la veré por siempre


dentro de mí como madura fuente


y en el rincón de su fotografía.






© Alda Salzarulo




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    Hola! Gracias por comunicarte y participar con tu comentario. Lo leeré y estaré colgándolo en el blog a la brevedad. Laura Toro.